El cumplimiento de la legislación vigente en cada momento por parte de las organizaciones, pasa de ser una obligación a una oportunidad de adelanto al futuro de desarrollo que nos espera.
Estos últimos años, hemos podido ver la agenda 2030 como una oportunidad para buscar una ventaja competitiva entre todas esas líneas de desarrollo que ofrece, de hecho, hay muchas organizaciones que han aprovechado este tirón para tomar el impulso de estos desarrollos y buscar estas ventajas.
Hoy estas oportunidades están cambiando de matiz, ya no son tanto ventajas competitivas, sino que se están tornando en obligaciones legales, lo que antes estaba marcado como responsabilidades voluntarias como la gestión de la responsabilidad social en las empresas está tomando un cáliz obligatorio e impulsado por las distintas regulaciones que van marcando este contexto:
- la Ley de Información no financiera.
- la ley de la nueva Ley de Sociedades Código Técnico de la Edificación.
- la Ley de Contratos del Sector Público.
- la futura ley de cambio climático… los desarrollos de la legislación que poco a poco va dando forma a este contenido de impacto social y ambiental para transformar las empresas hacia desarrollo sostenible de nuestra sociedad.